¡Oh, seres humanos! Tened temor de vuestro Señor, Quien os ha creado de un solo ser, del que creó a su cónyuge y ha hecho descender de ambos muchos hombres y mujeres. Tened temor de Dios, en cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos familiares. Dios os observa.
Reintegrad los bienes materiales a los huérfanos [cuando alcancen la pubertad]. No les cambiéis lo bueno de ellos por lo malo vuestro, ni os apropiéis de los bienes materiales de ellos agregándolos a los de vuestros, porque es un gran pecado.
No os caséis con las huérfanas que habéis criado si teméis no ser equitativos [con sus dotes], mejor casaos con otras mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro. Pero si teméis no ser justos, casaos con una sola o con una esclava, porque es lo mejor para evitar cometer alguna injusticia.
Dad a las mujeres la dote con buena predisposición. Pero si ellas renuncian a parte de ella a vuestro favor, disponed de ésta como os plazca.
No confiéis a los [huérfanos menores de edad que sean] derrochadores los bienes materiales cuya administración Dios os ha confiado. dadles alimentación y vestimenta, y habladles con cariño.
Poned a prueba la madurez de los huérfanos cuando alcancen la pubertad, y si les consideráis maduros y capaces, entregadles sus bienes. No los derrochéis antes de que alcancen la mayoría de edad. El [administrador] que sea rico, que se abstenga [de cobrar honorarios por su administración]; y el pobre que cobre lo mínimo. Cuando les entreguéis su patrimonio, hacedlo ante testigos. Es suficiente con que Dios os pedirá cuentas.
A los varones les corresponde un porcentaje de la herencia que dejen los padres y parientes más cercanos, y a las mujeres otro porcentaje de lo que los padres y parientes más cercanos dejen. Fuere poco o mucho, les corresponde [por derecho] un porcentaje determinado de la herencia.
Si algunos [otros] parientes, huérfanos o pobres, asisten al reparto de la herencia, dadles algo y tratadles con amabilidad.
Que [los apoderados de los huérfanos] se preocupen [por ellos] igual que si dejasen tras de sí a sus propios hijos menores huérfanos y temiesen por ellos. Que tengan temor de Dios y digan la verdad.
Quienes se apropien injustamente de los bienes de los huérfanos, estarán llenando sus entrañas con fuego y arderán en el Infierno.
Dios prescribe respecto a [la herencia de] vuestros hijos: Al varón le corresponde lo mismo que a dos mujeres. Si las hermanas son más de dos, les corresponderán dos tercios de la herencia. Si es hija única, le corresponde la mitad. A cada uno de los padres [del difunto] le corresponderá un sexto, si deja hijos; pero si no tiene hijos y le heredan solo sus padres, un tercio es para la madre. Si tiene hermanos, un sexto es lo que corresponde a la madre. Esto después de cumplir con sus legados y pagar sus deudas. Vosotros ignoráis quiénes tienen más derecho al beneficio de la herencia, si vuestros padres o vuestros hijos, de ahí este precepto de Dios. Dios es Sabio, todo lo sabe.
A los hombres les corresponde la mitad de lo que dejaran sus esposas si no tuvieran hijos. Si tuvieran hijos les corresponde un cuarto, después de cumplir con sus legados y pagar sus deudas. Si no tuvieran hijos, a las mujeres les corresponde un cuarto de lo que dejaran. Si tuvieran hijos, entonces un octavo de lo que dejaran, después de cumplir con sus legados y pagar las deudas. Si [el difunto] no tiene padres ni hijos, pero sí un hermano o una hermana, entonces les corresponde a cada uno de ellos un sexto. Si son más, participarán del tercio de la herencia, después de cumplir con los legados y pagar las deudas, siempre que los legados no causen perjuicio a los herederos. Esto es un precepto de Dios. Dios es Sabio, Generoso.
Éstas son las leyes de Dios. A quien obedezca a Dios y a Su Mensajero, Él lo introducirá en jardines donde corren ríos, donde vivirá por toda la eternidad. Éste es el éxito supremo.
Pero a quien desobedezca a Dios y a Su Mensajero y no cumpla con Sus leyes, Él lo introducirá en el Infierno donde morará por toda la eternidad y sufrirá un castigo humillante.
Si una mujer es acusada de fornicación, deben declarar en su contra cuatro testigos [presenciales del acto]. Si los testigos confirman el hecho, condénenla a reclusión perpetua en su casa o hasta que Dios le conceda otra salida.
El castigo se aplica a los dos que lo cometen [hombre y mujer]. Pero cuando se arrepientan y enmienden, dejadlos en paz. Dios es Indulgente, Misericordioso.
Dios solo perdona a quienes cometen el mal por ignorancia y se arrepienten antes de morir. A éstos Dios los absuelve porque es Sabio y todo lo sabe.
Mas no serán perdonados quienes sigan obrando mal [por rebeldía contra Dios] hasta que les sorprenda la muerte y solo entonces digan: “Ahora me arrepiento”. Ni tampoco quienes mueran negando la verdad; a éstos les tenemos reservado un castigo doloroso.
¡Oh, creyentes! Quedan abolidas las costumbres [paganas preislámicas] de heredar a las mujeres como un objeto y de obligarlas a casarse y retenerlas por la fuerza para recuperar parte de lo que les habían dado, a menos que ellas cometan un acto de inmoralidad. En lugar de eso, tratad amablemente a las mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas os llegara a disgustar [sed tolerantes], puede ser que os desagrade algo en lo que Dios ha puesto un bien para vosotros.
Y si te decides a divorciarte de tu esposa, a la que has dado una fortuna como dote, para casarte con otra [mujer], no le pidas que te devuelva nada de su dote. ¿Acaso pensabas hacerlo calumniándola, cometiendo un claro delito?
¿Acaso pretendes que se te devuelva [la dote] después de haberse entregado uno al otro [en la intimidad] a través de un solemne contrato matrimonial?
Salvo hechos consumados, os está prohibido casaros con las exesposas de vuestros padres, porque es algo obsceno, aborrecible e inmoral.
Se prohíbe contraer matrimonio con vuestras madres, hijas, hermanas, tías, sobrinas, madres de leche, hermanas de leche, suegras, y también con hijastras que estén bajo vuestra tutela nacidas de esposas con las que hayáis consumado el matrimonio; pero si no habéis consumado el matrimonio, no incurrís en falta al casaros con estas últimas. Salvo en casos consumados, también se prohíbe casarse con la esposa de vuestros hijos biológicos así como con dos hermanas a la vez. Dios es Perdonador, Misericordioso.
Se prohíbe contraer matrimonio con una mujer casada. Es permitido con una esclava. Ésta es la ley de Dios. Fuera de las prohibiciones, es lícito que busquéis casaros pagando la dote correspondiente, pero con intención de matrimonio y no de fornicar. Es una obligación dar a la mujer la dote convenida una vez consumado el matrimonio. Pero no incurrís en falta si después de haber cumplido con esta obligación legal, decidís algo distinto de mutuo acuerdo. Dios es Sabio, todo lo sabe.
Quien no disponga de los medios necesarios para casarse con una creyente libre, podrá hacerlo con una esclava creyente. Dios conoce bien vuestra fe, y todos procedéis de un mismo ser. Casaos con ellas con el permiso de sus tutores, y dadles la dote legítima y de buen grado. Tomadlas como mujeres honestas, no como fornicadoras o amantes. Si estas mujeres se casan y cometen una deshonestidad, se les aplicará la mitad del castigo que a las mujeres libres. Esto es para los que teman caer en la fornicación, pero tener paciencia es mejor. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
Dios quiere aclararos la ley, mostraros el camino correcto de quienes os precedieron, y perdonaros. Dios todo lo sabe, es Sabio.
Dios quiere perdonaros, mientras que quienes siguen sus pasiones solo quieren extraviaros lejos del camino recto.
Dios facilita las cosas, ya que el ser humano fue creado con una naturaleza débil.
¡Oh, creyentes! No estaféis ni usurpéis injustamente, sino comerciad de mutuo acuerdo. No os matéis entre vosotros mismos. Dios es Misericordioso con vosotros.
Quien quebrante estas leyes agresiva e injustamente, terminará en el Fuego. Eso es fácil para Dios.
Si os apartáis de los pecados más graves, perdonaré vuestras faltas menores y os introduciré con honra en el Paraíso.
No codiciéis lo que Dios ha concedido a unos más que a otros. Los hombres obtendrán una recompensa conforme a sus méritos, y las mujeres obtendrán una recompensa conforme a sus méritos. Rogad a Dios para que os conceda de Sus favores. Dios conoce todas las cosas.
Cada uno de vosotros tiene derecho a heredar de lo que dejen sus padres y sus parientes más cercanos. Aquellos con quienes hayáis celebrado un pacto, también tienen derecho a heredar. Dios es testigo de todas las cosas.
Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres debido a las diferencias [físicas] que Dios ha puesto entre ambos, y por su obligación de mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas e íntegras obedecen a Dios y en ausencia de su marido se mantienen fieles, tal como Dios manda. A aquellas de quienes temáis maltrato y animadversión, exhortadlas, tomad distancia no compartiendo el lecho, y por último poned un límite físico; si os obedecen [en lo que Dios ordena], no les reclaméis ni recriminéis más. Dios es Sublime, Grande.
Si teméis la ruptura del matrimonio, apelad a un mediador de la familia de él y otro de la familia de ella. Si tenéis el deseo íntimo de reconciliaros, Dios os ayudará a llegar a un acuerdo. Dios todo lo sabe y está bien informado.
Adorad solamente a Dios y no dediquéis actos de adoración a otros. Haced el bien a vuestros padres, a vuestros familiares, a los huérfanos, a los pobres, a los vecinos parientes y no parientes, al compañero, al viajero insolvente y a quienes están a vuestro servicio. Dios no ama a quien se comporta como un arrogante jactancioso.
Que los avaros, los que incitan a otros a la avaricia, y los que ocultan el favor que Dios les ha concedido, sabed que Dios ha preparado para los ingratos un castigo humillante.
También para los que hacen caridad solo para ser vistos por la gente, y no creen [de corazón] en Dios ni en el Día del Juicio Final. ¡Quien tome al demonio por compañero, qué pésimo es su consejero!
¿Qué les habría costado creer en Dios y en el Día del Juicio y dar caridades de aquello que Dios les concedió? Dios los conoce perfectamente.
Dios no es injusto con nadie ni en el peso de la más ínfima partícula. Por el contrario, retribuye generosamente toda obra de bien, y concede de Su parte una recompensa magnánima.
¿Qué pasará cuando traiga a un testigo de cada comunidad y te traiga a ti [¡Oh, Muhámmad!] como testigo contra los que niegan la verdad [y las gracias de Dios]?
Ese día, los que negaron la verdad y se opusieron al Mensajero, querrán que la tierra se los trague. No podrán ocultar ni una de sus palabras ante Dios.
¡Oh, creyentes! No hagáis la oración si estáis bajo el efecto de embriagantes hasta que sepáis lo que estáis diciendo. Tampoco [hagáis la oración] si estáis impuros hasta que os hayáis bañado, excepto quien solo necesite pasar por la mezquita. Pero si os encontráis enfermos o de viaje, o si habéis hecho vuestras necesidades o habéis tenido relaciones sexuales con vuestra mujer y no encontráis agua [para la ablución], buscad tierra limpia y pasáosla por el rostro y las manos. Dios es Remisorio, Absolvedor.
¿No te asombra el caso de quienes recibieron algo de la revelación, pero la cambiaron por el extravío? Ellos anhelan que vosotros también os desviéis del camino recto.
Dios conoce bien a vuestros enemigos. Dios es suficiente como Protector y Socorredor.
Algunos judíos tergiversan el sentido de las palabras sacándolas de contexto, como cuando dicen: “Te oímos [y al mismo tiempo les dicen a otros], pero no te seguiremos en nada de lo que digas”. [O como cuando dicen:] “Óyenos tú, que no aceptamos oírte”. Te llaman con doble sentido en sus palabras ofendiendo la religión [de Dios]. Si hubieran dicho: “Te oímos y te seguiremos. Escúchanos y sé paciente con nosotros”, sería mejor para ellos y más correcto. Pero Dios los alejó de Su misericordia por negarse a aceptar la verdad, poco es lo que creen.
¡Oh, Gente del Libro! Creed en lo que he revelado ahora, que confirma lo que ya teníais [de la verdad], antes de que borre los rasgos de vuestra identidad y terminéis en vuestra propia perdición, u os maldiga como maldije a los que profanaron el sábado. Lo que Dios dispone es ineludible.
Dios no perdona la idolatría, pero fuera de ello perdona a quien Le place. Quien asocie algo a Dios comete un pecado gravísimo.
¿No has visto a los que se jactan de puritanos? En realidad es Dios Quien concede la pureza [librando del egocentrismo] a quien Le place. Nadie será tratado injustamente [en cuanto a la recompensa que sus obras merezcan].
Observa cómo inventan mentiras y las atribuyen a Dios. Eso es en sí mismo un pecado evidente.
¿Acaso no te sorprende que quienes han recibido algo de la revelación, sigan la hechicería y a los demonios, y digan sobre los idólatras: “Ellos están mejor guiados que los creyentes”?
Ellos fueron apartados de la misericordia de Dios, y a quien Dios aparta de Su misericordia no habrá quien le socorra.
¿Acaso comparten [con Dios] la soberanía? [No la tienen, pero] si la tuvieran, no darían lo más mínimo a la gente [debido a su avaricia].
¿Es que envidian a las personas porque Dios les ha concedido de Su favor? Porque concedí a la familia de Abraham el Libro y la sabiduría, y les he concedido un dominio inmenso.
Entre ellos hay quienes creyeron y quienes os combatieron. [A estos últimos] el Infierno les bastará como castigo.
A quienes nieguen la revelación los arrojaré al Fuego. Cada vez que se les queme la piel, se la cambiaré por otra nueva para que continúen sufriendo el castigo. Dios es Poderoso, Sabio.
[En cambio] los creyentes que obren correctamente estarán en jardines por donde corren ríos, en los que morarán eternamente, donde tendrán esposas purificadas bajo buena sombra.
Dios os ordena que restituyáis a sus dueños originales lo que se os haya confiado, y que cuando juzguéis entre las personas lo hagáis con equidad. ¡Qué excelente es aquello a lo que Dios los convoca! Dios todo lo oye, todo lo ve.
¡Oh, creyentes! Obedeced a Dios, obedeced al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad y conocimiento. Si realmente creéis en Dios y en el Día del Juicio, cuando tengáis discrepancias remitidlas al juicio de Dios y del Mensajero, porque en ello hay bien y es el camino correcto.
¿No te causan asombro quienes dicen creer en lo que se te ha revelado y en lo que había sido revelado anteriormente, y sin embargo recurren a la justicia de quienes gobiernan con principios injustos y paganos, a pesar de que se les ha ordenado no creer en eso? El demonio solo quiere que se pierdan lejos [de la fe monoteísta].
Cuando se les dice: “Aceptad lo que Dios ha revelado y las enseñanzas del Mensajero”, ves a los hipócritas apartarse de ti con aversión.
¿Qué será de ellos cuando les aflija una desgracia por lo que han hecho y vengan a ti jurando por Dios: “Solo intentábamos hacer el bien y ayudar”?
Dios sabe lo que encierran sus corazones. Apártate de ellos, exhórtalos y amonéstalos sobre la gravedad de lo que hicieron.
Envié a los Mensajeros para que sean obedecidos con el permiso de Dios. Si [los hipócritas] después de haber cometido esas injusticias hubieran recurrido a ti, se hubieran arrepentido ante Dios, y el Mensajero hubiera pedido perdón por ellos, habrían comprobado que Dios es Indulgente, Misericordioso.
Pero no, [juro] por tu Señor que no creerán [realmente] a menos que te acepten como juez de sus disputas, y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan completamente.
Si les hubiera prescrito que sacrificaran sus vidas o que abandonaran sus hogares, no lo habrían hecho, salvo unos pocos. Pero si hubieran cumplido con lo que se les ordenó, habría sido mejor para ellos y les habría fortalecido la fe,
les habría concedido una magnífica recompensa,
y los habría guiado por el sendero recto.
Los que obedezcan a Dios y al Mensajero estarán con los bienaventurados: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio [de su fe] y los justos. ¡Qué excelentes compañeros!
Ésa es la generosidad de Dios. Y Dios es el único que todo lo sabe.
¡Oh, creyentes! Tomad precaución. Salid en grupos o todos juntos [en defensa del Islam y la verdad].
Habrá entre vosotros quien se rezague, y si sufrís un revés dirá: “Dios me ha concedido la gracia de no estar con ellos”.
Pero si por la gracia de Dios alcanzáis la victoria, dirá como si no hubiera amistad entre vosotros: “¡Ojalá hubiera estado con ellos!, así habría obtenido un éxito grandioso”.
Que luchen por la causa de Dios quienes son capaces de sacrificar la vida mundanal por la otra. Pues a quien luche por la causa de Dios, sea que caiga abatido o que obtenga la victoria, le daré una magnífica recompensa.
¿Qué os impide combatir por la causa de Dios, siendo que hay hombres,
Los creyentes combaten por la causa de Dios. Los incrédulos, en cambio, combaten por la de los ídolos y la injusticia. ¡Combatid a los secuaces del demonio, y [sabed que] las artimañas del demonio son débiles!
¿Acaso no te sorprende la actitud de aquellos a quienes se les dijo: “No tenéis permiso para combatir ahora, sino cumplid la oración y haced caridades?” Pero cuando se les llamó a combatir, algunos de ellos temieron a la gente como se debe temer a Dios o aún más, y dijeron: “¡Señor nuestro! ¿Por qué nos llamas a combatir? Si lo dejaras para más tarde…”. Diles: “El goce de la vida mundanal es pasajero; en cambio, la otra vida es superior para los piadosos, en la que no seréis tratados injustamente en lo más mínimo.
La muerte os alcanzará donde quiera que os encontréis, aunque os refugiéis en fortalezas inexpugnables. Si les sucede algo bueno dicen: “Esto proviene de Dios”. Pero si les alcanza un perjuicio dicen: “Esto es a causa de ti [¡Oh, Muhámmad!]”. Diles: “Todo proviene de Dios”. ¿Qué le sucede a esta gente que no comprenden lo que se les dice?
Todo bien que te alcance proviene de Dios, mientras que todo mal que te aflija es consecuencia de tus propias obras. Te he enviado [¡Oh, Muhámmad!] como Mensajero a todas las personas. Dios es suficiente testigo.
Quien obedezca al Mensajero obedece a Dios. Pero no te he enviado como custodio de quien te rechace.
[Los hipócritas] te juran obediencia, pero cuando salen de tu presencia, un grupo de ellos pasa la noche tramando contradecirte. Dios registra lo que traman. Aléjate de ellos y encomiéndate a Dios, porque Dios te es suficiente como protector.
¿Acaso no reflexionan en el Corán y sus significados? Si no procediera de Dios encontrarían en él numerosas contradicciones.
Cuando escuchan un rumor que pudiera traer paz o sembrar el temor, lo divulgan inmediatamente. Pero lo que debían hacer era remitirlo al Mensajero y a quienes tienen autoridad y conocimiento, que son quienes pueden investigar la información y comprender su magnitud, y sabrían qué hacer. Si no fuera por el favor y la misericordia de Dios para con vosotros, habríais seguido la voluntad del demonio, salvo algunos pocos.
Lucha por la causa de Dios, tú solo eres responsable por ti mismo. Exhorta a los creyentes a combatir; puede que Dios detenga el hostigamiento de los que niegan la verdad, pues Dios tiene mayor poderío y fuerza de disuasión.
Quien interceda por una causa justa obtendrá parte de la recompensa [de Dios], y quien interceda por una causa injusta obtendrá parte del pecado [que implica]. Dios tiene poder sobre todas las cosas.
Si os saludan responded con un saludo igual o mejor. Dios tiene en cuenta todas las cosas.
Dios, nadie merece ser adorado sino Él. [Dios] os reunirá el Día del Juicio sobre el cual no hay duda de que sucederá. ¿Y qué es más veraz que la palabra de Dios?
[Creyentes,] ¿Por qué os dividís respecto a los hipócritas? Dios les ha designado el desvío a causa de su desobediencia. ¿Acaso intentáis guiar a quien Dios ha extraviado? Quien ha sido desviado por Dios no tiene salvación.
[Los hipócritas] quieren que vosotros rechacéis la verdad, tal como ellos han hecho. No os aliéis con ellos hasta que hayan emigrado por la causa de Dios [demostrando su fe]. Pero si se vuelven [abiertamente] hostiles, apresadlos y ajusticiadlos donde quiera que los encontréis. No los toméis jamás por aliados ni confidentes,
salvo a quienes busquen asilo en un pueblo con el que tengan un pacto [de no agresión], o con aquellos que están apesadumbrados por tener que combatiros o combatir a su propia gente. [A ellos no los combatáis porque] si Dios hubiera querido, les habría otorgado valor de combatir contra vosotros. Si ellos os dejan tranquilos, no os combaten y proponen la paz, sabed que Dios no os autoriza a agredirles.
Pero encontraréis a otro grupo que desea estar a salvo de vosotros [aparentando ser creyentes] y a salvo de su gente [manifestando la incredulidad que hay en sus corazones]. Cada vez que su pueblo les incita a combatir contra vosotros, se precipitan a agrediros. A éstos, si no dan la palabra de que no combatirán contra vosotros, proponen la paz y contienen la agresión, apresadlos y ajusticiadlos [en el curso del combate] donde quiera que los encontréis. A ellos se os permite combatirlos.
No es propio de un creyente matar a otro creyente, salvo que sea por accidente. Quien mate a un creyente accidentalmente deberá liberar a un esclavo creyente y pagar una indemnización a la familia de la víctima, a menos que ésta la condone. Si [quien muere accidentalmente] era creyente y pertenecía a un pueblo enemigo, [el que causó la muerte accidental] deberá liberar un esclavo creyente. Pero si pertenecía a un pueblo con el que se tiene un pacto [de no agresión], deberá pagarle la indemnización a la familia de la víctima y liberar a un esclavo creyente. Y quien no esté en condiciones [económicas] de hacerlo [o no encuentre,] deberá ayunar dos meses consecutivos para alcanzar el perdón de Dios. Dios todo lo sabe, es Sabio.
Quien asesine a un creyente con premeditación será condenado a permanecer eternamente en el Infierno, además caerá en la ira de Dios, y recibirá Su maldición y un castigo terrible.
¡Oh, creyentes! Cuando salgáis a combatir por la causa de Dios, aseguraos de no combatir contra los creyentes, y no digáis a quien os saluda con la paz [expresando su Islam]: “¡Tú no eres creyente!”, para así combatirlo y conseguir algo de los bienes perecederos de la vida mundanal, pues junto a Dios hay grandes botines. Vosotros erais así [en la época pagana], pero Dios os agració [con el Islam]. Usad vuestro discernimiento, porque Dios está bien informado de lo que hacéis.
Los creyentes que han permanecido pasivos [ante la llamada a luchar por la justicia y la seguridad] no pueden ser equiparados con quienes combatieron por la causa de Dios con sus bienes y sus vidas, excepto los que tengan excusa válida. Dios considera superiores a quienes combaten [por la justicia] con sus bienes y sus vidas, sobre quienes permanecen pasivos [ante la injusticia]. Pero a todos Dios les ha prometido un buen fin [el Paraíso], aunque Dios ha preferido conceder una recompensa más grandiosa a quienes han luchado que a quienes no lo han hecho.
Son grados que Él concede, junto con Su perdón y misericordia. Dios es Indulgente y Misericordioso.
Aquellos que mueran siendo injustos consigo mismos [cometiendo pecados influenciados por la sociedad pagana], los ángeles al tomar sus almas les preguntaran: “¿Qué os pasó?” Responderán: “Nos sentíamos débiles y oprimidos [por los incrédulos]”. Les dirán: “¿Acaso la tierra de Dios no era suficientemente vasta como para que emigrarais [a otra sociedad]?” Su morada será el Infierno, ¡Qué mal fin!;
excepto los hombres, mujeres y niños débiles que no eran capaces [de emigrar] ni les fue mostrado el camino recto.
A ellos Dios los perdonará, porque Dios es Remisorio, Indulgente.
Quien emigre por la causa de Dios encontrará en la Tierra muchos lugares para refugiarse y también sustento. A quien emigre de su hogar por la causa de Dios y la de Su Mensajero, pero le sorprenda la muerte [antes de llegar a su destino], sepa que Dios le garantiza Su recompensa. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
Cuando estéis de viaje o si teméis que os agredan los que niegan la verdad, que son vuestros enemigos declarados, no incurrís en falta si abreviáis la oración.
Cuando estés con ellos [¡Oh, Muhámmad! en el campo de batalla] y establezcas la oración, que un grupo permanezca de pie contigo tomando las armas. Cuando hagan la prosternación, que ellos se pongan detrás; luego, que el grupo que aún no haya orado se adelante y ore contigo, tomando precauciones y portando sus armas. Los [enemigos] que niegan la verdad desean que descuidéis vuestras armas para atacaros sorpresivamente. No cometéis falta alguna si la lluvia os molesta o estáis enfermos y dejáis las armas [mientras rezáis], pero tomad precauciones. Dios ha reservado un castigo denigrante para los que niegan la verdad.
Cuando hayáis terminado la oración recordad a Dios de pie, sentados o recostados. Y cuando estéis fuera de peligro haced la oración [normalmente]. La oración ha sido prescrita a los creyentes para ser realizada en horarios específicos.
No os desaniméis en la lucha contra ese pueblo [de opresores], porque así como vosotros tenéis dificultades, ellos también las tienen. Pero vosotros anheláis [una recompensa] de Dios que ellos no pueden esperar. Dios todo lo sabe, es Sabio.
Te he revelado el Libro que contiene la verdad para que juzgues entre la gente con lo que Dios te ha enseñado. No seas abogado de los hipócritas.
Pide perdón a Dios, porque Dios es Perdonador, Misericordioso.
Pero no intentes justificar la conducta de quienes son desleales consigo mismos. Dios no ama a quien traiciona y comete injusticias.
[Los hipócritas] pueden engañar a la gente, pero no pueden engañar a Dios, porque Él está con ellos cuando pasan la noche tramando lo que no Le complace. Dios bien sabe cuanto hacen.
[Creyentes,] podéis defenderlos en esta vida; pero, ¿quién los defenderá de Dios el Día de la Resurrección? Y, ¿quién abogará por ellos?
Quien obre mal o sea injusto consigo mismo, pero pida perdón a Dios, encontrará que Dios es Perdonador, Misericordioso.
Quien cometa una falta, en realidad lo hace en su propio perjuicio. Dios todo lo sabe, es Sabio.
Quien cometa una falta o un delito y acuse de ello a un inocente, cargará con su calumnia y con un pecado manifiesto.
Si no fuera por el favor [de la infalibilidad] y la misericordia de Dios contigo [¡Oh, Muhámmad!], un grupo [de los hipócritas] te habría extraviado; pero solo se extravían a sí mismos y en nada pueden perjudicarte. Dios te ha revelado el Libro [el Corán] y la sabiduría [la Sunnah] y te ha enseñado lo que no sabías. ¡El favor de Dios sobre ti es inmenso!
En la mayoría de las conversaciones secretas no hay ningún bien, excepto las que sean para coordinar una ayuda social, hacer una buena acción o reconciliar entre las personas. A quien lo haga anhelando complacer a Dios, le agraciaré con una grandiosa recompensa.
Quien se aparte de las enseñanzas del Mensajero después de habérsele evidenciado la guía, y siga otro camino distinto al de los creyentes, lo abandonaré y lo introduciré en el Infierno. ¡Y qué mal destino!
Dios no perdona la idolatría, pero perdona, fuera de ello, a quien Le place. Quien atribuya actos de adoración a otros además de Dios se habrá desviado profundamente [del camino de los Profetas].
[Los paganos] invocan en vez de Dios a deidades femeninas. En realidad solo invocan a un demonio rebelde.
Dios maldijo al demonio, pero éste replicó: “Seduciré a la mayoría de Tus siervos,
los desviaré, les daré falsas expectativas, les ordenaré cortar las orejas del ganado [marcándolas como ofrenda para los ídolos] y que alteren la naturaleza de la creación de Dios”. Quien tome al demonio como aliado en lugar de Dios estará evidentemente perdido.
Les hará falsas promesas y les dará esperanzas; el demonio no hace sino engañar.
Su morada será el Infierno, del que no encontrarán escapatoria.
[En cambio] a los creyentes que obren rectamente los introduciré en jardines donde corren ríos, en los que vivirán por toda la eternidad. La promesa de Dios es auténtica. ¿Qué palabra es más verídica que la palabra de Dios?
No se trata de lo que vosotros deseéis o lo que desee la Gente del Libro. Quien haya obrado mal será retribuido por ello, y no encontrará fuera de Dios protector ni socorredor.
Al creyente que haga obras de bien, sea hombre o mujer, lo introduciré en el Paraíso y no será privado de su recompensa en lo más mínimo.
¿Quién practica una religión mejor que aquel que entrega su voluntad a Dios, hace el bien y sigue la creencia monoteísta de Abraham? Dios tomó a Abraham como uno de Sus siervos más amados.
A Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. El conocimiento de Dios todo lo abarca.
Te preguntan acerca de las mujeres. Diles: “Dios os responde y explica lo que se encuentra mencionado en el Libro [el Corán] sobre las huérfanas a las que no habéis dado lo que les corresponde [como dote], siendo que os gustaría casaros con ellas, [así como os informa] acerca de los menores indefensos y [la obligación de] ser equitativos con los huérfanos. Sabed que toda obra de bien que hagáis Dios la conoce.
Si una mujer teme de su marido maltrato o rechazo, no incurrirán en falta si ambos llegan a un acuerdo, pues un acuerdo [justo] es lo mejor. El alma es propensa a la avaricia, pero si hacéis el bien y tenéis temor de Dios, sabed que Dios sabe bien cuanto hacéis.
No podréis ser [completamente] equitativos con vuestras esposas por mucho que lo intentéis. Pero no por eso vulneréis los derechos [de una de ellas] dejándola como abandonada. Si os rectificáis y tenéis temor de Dios, Dios es Perdonador, Misericordioso.
Pero si se divorcian, Dios proveerá a cada uno de Su abundancia. Dios es Vasto, Sabio.
A Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. He ordenado a quienes recibieron el Libro anteriormente, y también a vosotros, tener temor de Dios, pero si rehusáis, a Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Dios es Opulento, Loable.
A Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Dios es Quien vela por ellos.
¡Oh, gente! Si Él hubiera querido os habría exterminado y remplazado por otros. Dios tiene el poder para hacerlo.
Quien anhele la recompensa de esta vida mundanal, sepa que Dios dispone de la recompensa de esta vida y de la otra. Dios todo lo oye, todo lo ve.
¡Oh, creyentes! Sed responsablemente equitativos cuando deis testimonio por Dios, aunque sea en contra de vosotros mismos, de vuestros padres o parientes cercanos, no importa si [el acusado es] rico o pobre: Dios está por encima de ellos. Que los sentimientos no os hagan ser injustos. Si dais falso testimonio o rechazáis prestar testimonio [ocultando la verdad], sabed que Dios está bien informado de cuanto hacéis.
¡Oh, creyentes! Creed en Dios, en Su Mensajero, en el Libro que fue revelado a Su Mensajero y en los Libros que fueron revelados en el pasado. Quien no crea en Dios, en Sus ángeles, en Sus Libros, en Sus Mensajeros y en el Día del Juicio, habrá caído en un desvío profundo.
A quienes crean y luego renieguen, después vuelvan a creer y luego renieguen nuevamente, aferrándose tercamente en su rechazo de la verdad [hasta su muerte], Dios no ha de perdonarlos ni guiarlos [por la senda al Paraíso].
Anuncia a los hipócritas que recibirán un castigo doloroso.
Los que toman a los incrédulos como aliados en vez de tomar a los creyentes, ¿pretenden acaso así alcanzar poder y gloria? Sabed que el poder y la gloria pertenecen solamente a Dios.
[Musulmanes:] Se os informa en el Libro revelado de que cuando escuchéis que se blasfema o que se burlan de la revelación de Dios, no os quedéis en esa reunión con quienes lo hagan, a menos que cambien de tema, porque de lo contrario seréis iguales a ellos. Dios se encargará de congregar a los hipócritas y los que niegan la verdad en el Infierno.
[Los hipócritas] siempre especulan. Si obtenéis una victoria con la ayuda de Dios, os dicen: “¿Acaso no estábamos de vuestro lado?” Pero si los que niegan la verdad logran un triunfo parcial, les dicen a ellos: “¿Acaso no os ayudamos a vencer y os defendimos de los creyentes?” Dios los juzgará el Día de la Resurrección. Dios no ha de conceder a los que rechazan el mensaje la supremacía absoluta sobre los creyentes.
Los hipócritas pretenden engañar a Dios, pero Él hace que ellos se engañen a sí mismos. Cuando se levantan para hacer la oración lo hacen con desgana, solo para ser vistos por la gente, sin apenas acordarse de Dios.
[Los hipócritas] vacilan entre los creyentes y los incrédulos, no se inclinan por unos ni por otros. A quien Dios desvíe no encontrará camino.
¡Oh, creyentes! No toméis a los que niegan la verdad como aliados en vez de a los creyentes. ¿Acaso pretendéis darle a Dios una prueba en vuestra contra?
Los hipócritas estarán en el abismo más profundo del Fuego y no encontrarán quién los socorra.
Excepto aquellos [hipócritas] que se arrepientan, rectifiquen, se aferren a Dios y practiquen la fe sinceramente. Ellos estarán junto a los creyentes, y Dios tiene preparada para los creyentes una recompensa grandiosa.
¿Para qué iba Dios a castigaros [por vuestras ofensas pasadas] si sois [ahora] agradecidos y creyentes? Dios es Agradecido, todo lo sabe.
A Dios no Le complace que se hagan públicos los errores [del prójimo], excepto que sea para denunciar o detener una injusticia. Dios todo lo oye, todo lo sabe.
Si hacéis públicas sus buenas obras o si las escondéis, o si perdonáis una ofensa, sabed que Dios es Perdonador, Poderoso.
Quienes no creen en Dios ni en Sus Mensajeros y pretenden hacer distinción entre [la fe en] Dios y [la fe en] Sus Mensajeros diciendo: “Creemos en algunos, pero en otros no”, pretendiendo tomar un camino intermedio,
ellos son auténticos incrédulos. A los que nieguen la verdad les tengo reservado un castigo denigrante.
Pero quienes crean [realmente] en Dios y en Sus Mensajeros sin hacer distinciones entre ellos, Él les concederá Sus recompensas. Dios es Perdonador, Misericordioso.
[Los judíos entre] la Gente del Libro te piden que les hagas descender un Libro del cielo. Ya le habían pedido a Moisés algo peor cuando dijeron: “Haz que podamos ver a Dios con los ojos”. Pero fueron fulminados por un rayo debido a las injusticias que cometían. Luego comenzaron a adorar al becerro [de oro] a pesar de haber recibido las evidencias [del monoteísmo]. Pero les perdoné [esa ofensa] y concedí a Moisés un milagro evidente.
Para que respetaran el pacto [de seguir la Torá] elevé la montaña por encima de ellos y les dije: “Ingresad por la puerta [principal de la ciudad], prosternaos [en señal de humildad] y no quebrantéis el sábado”. Celebré con ellos un pacto solemne.
[No te sorprendas, ¡Oh, Muhámmad! de que te pidan que hagas descender un Libro del cielo, cuando ellos] Quebrantaron el pacto, no creyeron en los signos de Dios, mataron a los Profetas injustamente, y [además] dicen: “No podemos comprender tus palabras”. No es eso, sino que Dios ha endurecido sus corazones porque han negado la verdad evidente, y no van a creer sino unos pocos de ellos.
Tampoco creyeron [en el Mesías] y manifestaron contra María una calumnia gravísima [acusándola de fornicadora].
Y dijeron: “Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Dios”. Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Quienes discrepan sobre él [Jesús] tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones, pero en realidad no lo mataron.
Dios lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Dios es Poderoso, Sabio.
La Gente del Libro comprenderá, antes de la muerte, la verdad sobre Jesús, y el Día del Juicio él testificará en contra [de quienes lo negaron y de quienes lo adoraron].
Debido a las injusticias que cometían los judíos, y porque constantemente obstaculizaban el camino de Dios, les prohibí cosas buenas que antes les eran permitidas.
Se Lucraban con la usura siendo que les estaba prohibido, y estafaban engañando a la gente. Les tenemos reservado un castigo doloroso a quienes de entre ellos han negado la verdad [a pesar de conocerla].
Pero a los que están afianzados en el conocimiento y creen en lo que te fue revelado y lo que fue revelado anteriormente, hacen la oración prescrita, pagan el zakat, creen en Dios y en el Día del Juicio Final, les daremos una recompensa grandiosa.
Te he descendido la revelación como lo hice con Noé y con los Profetas que le sucedieron, con Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, las doce tribus, Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. A David le revelé los Salmos.
Te he mencionado [¡Oh, Muhámmad!] algunos de los Mensajeros que envié [a la humanidad] y otros no. Y sabe que Dios habló con Moisés directamente.
A los Mensajeros los envié como anunciadores de albricias y como amonestadores, para que [la humanidad] no tuviera argumento alguno ante Dios [por haber rechazado el mensaje]. Dios es Poderoso, Sabio.
[Si te acusan de mentiroso, ¡Oh, Muhámmad! sabe que] Dios mismo atestigua que lo que te reveló es con Su sabiduría, y los ángeles también lo atestiguan, aunque es suficiente con Dios como testigo.
Los que han negado la verdad y además han impedido a la gente seguir la guía de Dios, están profundamente extraviados.
A los que han negado la verdad y han cometido injusticias, Dios no ha de perdonarlos ni guiarlos por el buen camino,
sino por el camino que conduce al Infierno, donde morarán eterna-mente. Eso es fácil para Dios.
¡Oh, seres humanos! Os ha llegado un Mensajero con la Verdad sobre vuestro Señor. Creed [en Dios y seguid el Islam], eso es lo mejor para vosotros. Pero si no creéis, sabed que a Dios pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Dios todo lo sabe y es Sabio.
¡Oh, Gente del Libro! No se extralimitéis en las creencias de vuestra religión. No digáis acerca de Dios sino la verdad: Porque el Mesías, Jesús hijo de María, es un Mensajero de Dios y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María; un espíritu creado por Él. Creed en [la unicidad de] Dios y en Sus Mensajeros. No digáis que [Dios] es una parte de la trinidad, abandonad esa idea, es lo mejor para vosotros. Dios es una única divinidad. Lejos está, Glorificado sea, de tener un hijo. A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Dios es suficiente como protector.
Ni el Mesías ni los ángeles allegados menosprecian ser siervos de Dios. Quien desdeñe adorar a Dios y se comporte con soberbia, sepa que todos serán resucitados y congregados ante Él [para ser juzgados por sus actitudes].
Los creyentes que hayan obrado correctamente serán retribuidos con generosidad y se les concederá aún más de Su favor. Pero quienes hayan rechazado adorarlo [solo a Él] y hayan sido soberbios, sufrirán un castigo doloroso, y no encontrarán, fuera de Dios, protector ni socorredor.
¡Oh, seres humanos! Os ha llegado una prueba de vuestro Señor [el Profeta], y os he hecho descender una luz que ilumina [el Corán].
A quienes han creído y se han aferrado a Dios, Él tendrá compasión de ellos, los agraciará y los guiará por el camino recto.
Te piden una respuesta [sobre la herencia]. Diles: “Dios dictamina sobre quien no tiene padre ni hijo. Si un hombre muere sin dejar hijos, pero sí una hermana, ésta heredará la mitad de lo que dejare, y si ella muere sin dejar hijos, él la heredará. Si el difunto deja dos hermanas, éstas heredarán dos tercios de lo que dejare. Si tiene hermanos, varones y mujeres, a cada varón le corresponderá lo mismo que a dos mujeres. Dios os lo aclara para que no os desviéis [de lo que es justo]. Dios todo lo sabe.