Biblioteca All Islam
1

¡Alabado sea Dios, a Quien pertenece cuanto hay en los cielos y la Tierra! Suyas serán las alabanzas en la otra vida. Él es el Sabio, el que está bien informado.

2

Sabe lo que ingresa en la tierra y lo que surge de ella. Lo que desciende del cielo y lo que sube hacia él. Él es el Misericordioso, el Perdonador.

3

Dicen los que se negaron a creer: “No habrá Día del Juicio”. Diles [¡Oh, Muhámmad!]: “¡Sí!, habrá, os lo juro por mi Señor, Él es el Conocedor de lo oculto, no se Le escapa el conocimiento de la existencia de una pequeña partícula en los cielos o en la Tierra, ni existe nada menor ni mayor que no esté en un Libro evidente.

4

[La Resurrección es] para recompensar a los creyentes que obraron correctamente; ellos obtendrán el perdón y un sustento generoso.

5

Pero quienes se esfuercen por hacer fracasar Mi Mensaje tendrán el castigo de un suplicio doloroso.

6

Quienes recibieron la sabiduría y el conocimiento saben que lo que tu Señor te reveló es la Verdad que guía al sendero del Poderoso, el Loable.

7

Dicen los que se negaron a creer [burlándose]: “¿Queréis que os mostremos un hombre [Muhámmad] que anuncia que después de haber sido desintegrados completamente [en las tumbas] seréis resucitados,

8

inventa mentiras y se las atribuye a Dios, o está loco?” Pero los que no creen en la otra vida sufrirán el castigo porque están sumidos en un extravío profundo.

9

¿Es que no observan los cielos y la tierra que les rodea? Si quisiera, haría que se los tragara la tierra, o haría que cayera sobre ellos un castigo del cielo. En eso hay un signo para todo siervo arrepentido.

10

Concedí a David Mi favor [cuando dije:] “¡Oh, montañas y pájaros! Glorificad con él [a Dios]”, y le facilité moldear el hierro.

11

[Dijo Dios:] “Haz cotas de malla cuyas argollas tengan una justa medida y obrad rectamente [tú y tus seguidores]; Yo observo lo que hacéis”.

12

Y a Salomón le sometí el viento para que recorriera la distancia que recorrería en un mes en las mañanas como en las tardes. E hice manar para él una fuente de cobre fundido. [También le sometí] los yinn que trabajaban para él por orden de su Señor. A quien de ellos se rebelara a Mi voluntad [y desobedeciera a Salomón], le hacía sufrir el castigo del Infierno.

13

Hacían para él todo lo que él deseara: templos elevados, estatuas, cántaros grandes como estanques y calderas enormes. [Les dije:] “Trabajad con agradecimiento [a Dios por los favores concedidos] ¡oh, familia de David!, pero sabed que pocos de Mis siervos son agradecidos”.

14

Cuando decreté para él que muriera, no les advirtió de su muerte sino un insecto de la tierra que carcomió su bastón, y cuando [Salomón] se cayó, se hizo evidente [para la gente] que si los yinn hubieran tenido conocimiento de lo oculto, no habrían permanecido en el castigo humillante [de seguir trabajando].

15

Las moradas de Saba eran un signo [de las gracias de Dios]: poseían dos huertos, uno [en un valle] a la izquierda y otro a la derecha. [Les dije:] “Alimentaos del sustento de vuestro Señor y agradecedle. Tenéis una buena tierra, y [si sois agradecidos, sabed que] vuestro Señor es Perdonador”.

16

Pero se apartaron, entonces envié sobre ellos la inundación [que produjo la ruptura] de las represas [que habían construido], y les cambié sus dos huertos por granjas con frutos amargos, tamariscos y algunos árboles de azufaifo.

17

Así los castigué por ser desagradecidos, y no castigo así sino al desagradecido.

18

Puse entre ellos y las ciudades que había bendecido otras aldeas, e hice que transitaran tranquilos por ellas. [Les dije:] “¡Viajad por ellas seguros de noche y de día!”

19

Dijeron [con arrogancia]: “¡Señor nuestro! Alarga nuestros viajes”. Y se perjudicaron a sí mismos, e hice que se convirtieran en historia y los destruí por completo. Sin duda, en esto hay un signo para todo paciente [ante momentos difíciles] agradecido [de los favores de Dios].

20

Así confirmó Iblís su afirmación: ya que todos lo siguieron excepto un grupo de creyentes.

21

[El demonio] no tenía poder sobre ellos, sino [que les susurró] para que se hiciera evidente quién creía en la otra vida y quién de ellos tenía dudas. Tu Señor está atento a todas las cosas.

22

Diles [¡Oh, Muhámmad! a los idólatras]: “Invocad a quienes queráis en lugar de Dios, pero sabed que los ídolos no pueden [beneficiar ni perjudicar] ni siquiera en el peso de una partícula, tanto en los cielos como en la Tierra, ni tienen participación alguna [en el poder divino], ni tampoco Él tiene ayudantes de entre ellos”.

23

No se aceptará ninguna intercesión y solo podrán hacerlo aquellos a quienes Él se lo permita, hasta que, cuando el terror se aleje de sus corazones [los ángeles] se preguntarán [unos a otros]: “¿Qué dijo vuestro Señor?” Responderán: “La Verdad. Él es el Sublime, el Grande”.

24

Pregúntales [¡Oh, Muhámmad! a los idólatras]: “¿Quién os sustenta de los cielos y la Tierra?” Diles: “¡Dios!” Uno de nosotros está en el sendero recto y el otro en el error evidente.

25

Diles: “Vosotros no seréis interrogados por nuestras faltas, ni nosotros seremos interrogados por las vuestras”.

26

Diles: “Nuestro Señor nos congregará [el Día del Juicio], luego juzgará entre nosotros con equidad; Él es el verdadero Juez, y Él todo lo sabe”.

27

Diles: “Mostradme los [ídolos] que asociáis con Él”. ¡No existen!, pues Él es Dios, el Poderoso, el Sabio.

28

No te envié [¡Oh, Muhámmad!] sino como anunciador de buenas nuevas y amonestador para todos los seres humanos. Pero la mayoría de la gente lo ignora.

29

Dicen [los que se negaron a creer]: “¿Cuándo se cumplirá esta amenaza, si dices la verdad?”

30

Diles: “Vosotros habéis sido emplazados para el Día [del Juicio], y no podréis adelantarlo ni retrasarlo siquiera un instante”.

31

Dicen los que se negaron a creer: “No creeremos en este Corán ni en los [Libros revelados] anteriores”. Pero si vieras [¡Oh, Muhámmad!] cuando estén los que cometieron injusticias frente a su Señor, increpándose unos a otros. Dirán los seguidores oprimidos a los [líderes] arrogantes: “Si no fuera por vosotros hubiéramos sido creyentes”.

32

Dirán los [líderes] arrogantes a quienes les siguieron: “¿Acaso nosotros os apartamos de la guía [por la fuerza], después que os llegó? Sois unos transgresores [que elegisteis libremente el descarrío]”.

33

Dirán quienes seguían a los soberbios líderes [en la incredulidad]: “No, fueron vuestras astucias, pues noche y día nos ordenaban que no creyéramos en Dios y que igualáramos a los ídolos con Dios [dedicándoles actos de adoración]”. Todos pretenderán esconder su arrepentimiento [por no haber creído en los Mensajeros] cuando vean el castigo [pero se evidenciará en sus rostros]; y pondremos argollas en los cuellos de los que se negaron a creer. ¿No serán acaso castigados por lo que cometieron?

34

No envié un [Profeta como] amonestador a ninguna ciudad sin que dijeran sus líderes y poderosos: “No creemos en tu Mensaje”.

35

Decían también: “Nosotros tenemos más bienes materiales e hijos que tú, y no seremos castigados”.

36

Diles: “Mi Señor sustenta generosamente a quien quiere y se lo restringe [a quien quiere], pero la mayoría de la gente lo ignora”.

37

Sabed que no son ni vuestros bienes materiales ni vuestros hijos los que os acercan a Mí, sino que quienes crean y obren rectamente recibirán una recompensa multiplicada por sus obras, y morarán seguros en habitaciones elevadas [del Paraíso].

38

En cambio, aquellos que se esfuercen por denigrar Mi Mensaje serán llevados al castigo.

39

Diles: “Mi Señor aumenta el sustento a quien Él quiere de Sus siervos y se lo restringe [a quien quiere], y todo lo que gasten en caridad, Él se los compensará. Él es el mejor de los sustentadores”.

40

El día en que congregue a todos [los seres humanos para juzgarlos], preguntará a los ángeles: “¿Estos [idólatras] eran los que os adoraban?”

41

Responderán [los ángeles]: “¡Alabado seas! Tú eres nuestro Protector, y nosotros no los indujimos a ello, pero [los idólatras en realidad] adoraban a los yinn, y la mayoría [de los seres humanos] creían en ellos.

42

Pero el Día del Juicio no podrán beneficiarse ni perjudicarse unos a otros, y diré a los que cometieron injusticias: “Sufrid el castigo del Fuego que negabais”.

43

Cuando se les recitan Mis versículos evidentes [a los idólatras], dicen: “Este [el profeta Muhámmad] no es sino un hombre que pretende apartaros de lo que vuestros padres adoraban”. Y dicen: “Este Corán no es más que una mentira inventada”. Y dijeron los que se negaron a creer cuando les llegó la verdad: “No es más que evidente hechicería”.

44

No les concedí [a los paganos de La Meca] libros en que se basaran [y fundamentaran su idolatría], ni les envié a ningún amonestador antes de ti.

45

Ya desmintieron sus antecesores a Mis Mensajeros, y estos incrédulos [deberían recapacitar, pues] no recibieron ni una décima parte de lo que les concedí a sus antecesores. ¡Qué terrible fue el castigo!

46

Diles [¡Oh, Muhámmad!]: “Os exhorto a que hagáis una cosa [para que se os evidencie la verdad]: Poneos ante Dios en grupo o individualmente, y reflexionad, pues vuestro compañero no es un loco, sino que es un amonestador que les advierte de un castigo severo”.

47

Diles: “No os he pedido remuneración alguna, mi recompensa ha de dármela Dios; Él es Testigo de todas las cosas”.

48

Diles: “Mi Señor rechaza lo falso con la verdad, Él conoce lo oculto”.

49

Diles: “Se ha presentado la verdad, y la falsedad no puede comenzar nada nuevo ni repetirlo”.

50

Diles: “Si me desvío, será en perjuicio propio; pero si sigo la verdadera guía es por lo que mi Señor me reveló. Él todo lo oye y está cerca [de Sus siervos]”.

51

¡Si vieras [¡Oh, Muhámmad!] cuando [los incrédulos] se aterroricen [al ver el castigo que les aguarda] y no tengan forma de escapar! Serán tomados desde un lugar cercano [y arrojados al Fuego].

52

Dirán: “Ahora creemos en Dios”. ¿Pero cómo podrían adoptar la fe desde un lugar lejano?

53

Antes ya habían sido incrédulos [en la vida mundanal] y refutaban lo oculto con falsedades desde una posición lejana [a la verdad].

54

Pero entre ellos y lo que desean se interpondrá una barrera, como ocurrió con los incrédulos que estuvieron antes de ellos, porque estaban indecisos [sobre el Mensaje].